¿Como? Escuchar esa voz detrás de la puerta me desconcertó, ¿que hacía allí?
Me quité las lágrimas de la cara y abrí la puerta, allí estaban Malú y Vanesa con cara de preocupación.
Sin decir nada entraron y Malú me abrazó como había hecho ya en varias ocasiones, yo ya le estaba cogiendo el gustillo a estar entre sus brazos la verdad.
-Nena ya ha pasado, ya está. -intentó consolarme. -Esa gilipollas ya ha tenido lo que se merecía.
-Si nosotras mismas le hemos cantado las cuarenta.-dijo Vanesa separándome de Malú para ser ella quien me abrazara.
Yo no sabía que decir ni que hacer, simplemente busqué el consuelo en sus labios, sin acordarme de que Malú estaba delante.
Vanesa me apartó la cara y se separó de mi. ¿Que le pasaba ahora?
Malú no dijo nada, simplemente se quedó observándonos con una cara un poco desconcertante, no sabía bien lo que estaba pensando.
-¿Que haces tu aquí? en los estudios me refiero. -me dirigí a Vane un poco dudosa.
-Pues...- iba a contestar cuando le cortó Malú con clara voz de enfado.
-Es la asesora de Antonio, y su novia. -Tras esas palabras salió dando un portazo.
A mi ese portazo me dolió en el alma.
Vanesa vino a abrazarme pero esta vez fui yo la que me aparté.
Le dije que tenía que volver a plató porque iban a elegir a los dos talents que pasaban diréctamente a los directos.
Todo el tiempo que duró la grabación me lo pase pensando en lo ocurrido hacía un rato en la sala con Vane y Malú, la reacción de Malú.
Estaba recogiendo todas mis cosas, porque no tendría que volver hasta los directos, había pasado directa, se que debería estar muy contenta pero llevaba tantas cosas en la cabeza, había pasado todo tan rápido que el sentimiento que predominaba en mi en esos momentos era confusión.
Una voz me sacó de mis pensamientos, era Malú.
-¿Irene tienes un momento? -me preguntó, pero no se espero a recibir respuesta y siguió hablándome. -Vente a cenar esta noche a mi casa por favor, necesito hablar contigo y con Vanesa, hay que solucionar esto como sea. -se le notaba enfadada, pero menos que antes.
-Claro, lo siento por lo de antes. -le dije, aunque no se porque le pedía disculpas.
-Esta noche hablamos ¿vale? -me dio una caricia y se fue.
-Espera! no me has dado la dirección. -dije antes de que desapareciese por la puerta.
Fui a casa a ducharme y prepararme para la cena en casa de Malú.
No sé que me pasaba pero estaba muy nerviosa, me sudaban las manos, nunca me había esto y no se porque tenía que pasarme ahora.
Al llegar me di cuenta de que su casa estaba bastante cerca de la de Vanesa, en la urbanización esa tan pija.
Solo con deciros que el hombre del taxi al darle la dirección le faltó ponerme la alfombra roja...
Su casa era bastante grande y muy bonita.
En la puerta había una Yamaha Vmax(200vc) que me dejó embobada.
-Eh te vas a quedar ahí toda la noche o piensas pasar? -dijo Malú riéndose al ver mi cara.
-Sí ya entro. -dije mirando por última vez aquella preciosidad de dos ruedas.
-Parece que te alegres más de ver mi moto que a mi. -dijo sin parar de reírse mientras me invitaba a entrar.
-Hombre te digo que una vueltecilla no me importaría dar con eso entre mis piernas. -el comentario debió de sonar mal porque le entró un ataque de risa de los que te pones a llorar y todo.
-Después de la última experiencia tuya con la moto prefiero que la mía siga funcionando. -ese comentario a mi no me hizo mucha gracia porque me recordó el porque estaba allí en su casa.
Al entrar me di cuenta de que Vanesa ya había llegado y se le notaba muy nerviosa, igual que a mi.
Cenamos entre risas, contando cosas del programa, las grabaciones... pero no sacamos el tema hasta después de tomar el café.
-Estaba muy bueno todo Malú, muchas gracias. -dije agradecida por haberme invitado a cenar.
-A vosotras por venir, por cierto, creo que hay un tema del que deberíamos hablar, al menos que me entere de todo lo que ha pasado, porque me tenéis en un sin vivir las dos.
Nos acomodamos en el sofá, Malú se quedó abrazada a uno de los cojines y escuchó atentamente mientras le contamos todo lo que pasó el día que fuimos a casa de Vanesa.
La cara de Malú era de rabia y desconcierto, le impactaron mucho las palabras que acababa de oír y Vanesa y yo lo notamos.
Se creo un silencio con mucha tensión, más de la que mi cuerpo me permitía soportar, así que me aclaré la voz y me dispuse a hablar.
-Yo...-dudé un segundo en si debía contarles mi situación, pero accedí, ellas se habían preocupado por mi sin saber el motivo de mi derrumbe, se merecían una explicación y este era el momento.
Les expliqué todo lo que me había pasado con Marta, sin saltarme un solo detalle, lo hice así porque necesitaba contárselo a alguien y ellas con sus miradas me transmitían la tranquilidad y la confianza que yo necesitaba.
-Y apareciste tú. -me quede mirando a Malú con los ojos brillantes, entre felicidad y dolor.- Apareciste con tus tonterías, tus risas y tus abrazos, si esos abrazos que tienen la magia de recomponerte por dentro a la vez que rompen en mil pedazos. Desde el principio supiste entenderme y tranquilizarme con una sola mirada y te agradezco mucho que me dieses el tiempo que necesitaba para poder contarte todo esto. -a Malú le corrió una lágrima por la mejilla y yo como acto reflejo se la limpié.- Ey pero no me llores ahora enana. -dije, esta vez era a mi a quién le salió la lagrimilla y ella me dio un beso en la frente, el más dulce que me habían dado en la vida.
Me separé un poco y esta vez me dirigí a Vanesa.
-Y tú... -le cogí la mano.- Eres un ángel que conocí gracias a Malú, que transmites muchísima paz y que te has ganado mi confianza enseguida, porque se te ve en la cara que eres puro amor. -resoplé y me dispuse a decir todo aquello que guardaba dentro.- Siento que hayas tenido que aparecer en este momento de mi vida, haberte utilizado para intentar olvidar, siento haberte hecho daño y haber pensado que esto podía pasar, que yo pudiese estar contigo... Solo espero que puedas perdonarme y que alguna vez puedas volver a confiar en mi.
-Irene, eres un cielo y estas perdonada desde el momento uno, porque la mayor parte de la culpa es mía. -me abrazó.- Eres muy grande, de verdad y ya verás como encuentras a esa persona que te hace sentir especial, que te mima y que te cuida, y sobre todo que te quiere.
-Ojalá, pero creo que estoy en un momento de mi vida en el que quiero divertirme, vivir la vida y hacer lo que me apetezca en cada instante, aunque luego me arrepienta.
-Carpe diem hermana!! -dijo Vanesa moviendo las manos como si fuese una rapera.
Empezamos a reírnos hasta llorar, por primera vez en mucho tiempo me sentía completamente feliz, había encontrado a dos grandes personas que pese a conocerlas de poco me habían demostrado mucho y sabía que podría contar con ellas para lo que fuese.
Malú rompió el silencio y la paz que se respiraba al acabar las risas, se puso en pie y dijo gritando:
-Panda de aburridas como sigáis calladas me quedo dormida aquí mismo.
-Joder la nena que genio tiene!-dije bromeando y como respuesta recibí un cojinazo en toda la cara.
-Upss se me ha escapado el cojín. -dijo con voz de niña pequeña. Y se fue a la cocina a por unas copas.
-A mi no me saques nada. -dijo vanesa mientras recogía sus cosas. -He quedado con Antonio y ya llego tarde.
-Jo tía siempre te vas en el mejor momento, pues ale vete a comerle la boca a tu novio que nosotras seguiremos con la fiesta sin ti.
A Vanesa le entró risa por el comentario que había hecho su amiga. Malú cuando se lo proponía podía ser la más bruta.
Vane se despidió de nosotras y me dijo que quedariamos para hablar del programa y para ensayar. Después se fue dejándome sola con Malú.
-Malú... esto... yo creo q tendría que irme ya no?. -dije rascándome la cabeza.
-¿Estaras de broma no? no me vas a dejar aquí sola ahora que empezaba la fiesta!
-Creo que ya has podido comprobar lo que pasa cuando juntas a una Irene cornuda con el alcohol y con una tía que está muuuuy buena.
-Hombre gracias por el piropo. -dijo haciéndome un guiño.- Pero tu no te vas de aquí como que me llamo María Lucía Sanchez Benitez!
-Y olé, ya te podrían haber puesto un nombre un poco más corto hija que cada vez que lo dices rezo para que no te ahogues a mitad.
-Estúpida deja ya de meterte conmigo y ayudame a sacar unos vasos de chupito que se me ha ocurrido una idea genial.
-Miedo me das cuando dices eso y además pones esa cara de pensar. -dije mientras me levantaba para ayudarle.
Nos sentamos las dos como indios en la alfombra de su salón, una frente a la otra, cada una con un vaso de chupito y con la botella en medio.
El juego se llamaba "yo nunca he..." y tenias que hacer preguntas para saber si una persona ha hecho una cosa o no, la persona que si que la haya hecho tendrá que beberse el vaso y así hasta que te canses o estés tan borracho que no puedas hacer preguntas.
-A ver empiezo yo.- dijo emocionada.
Estuvimos un tiempo haciendo preguntas en las que las dos beberíamos seguro para así ponernos un poco a tono, pero cuando ya empezábamos notar el efecto del alcohol en nosotras, aparecieron preguntas un poco más atrevidas.
-Mmmm me toca, yo nunca le he mirado las tetas a una amiga. -dije mientras llenaba los vasos, cosa que duró poco porque se lo bebió de golpe. -María Lucía me sorprendes eh. -volvía a llenar su vaso y ella preguntó.
-Yo nunca lo he hecho en público.- esta vez fui yo la que bebí y le sorprendí.
-Vaya vaya la nena como se las gasta.
-Me toca! -me pensé mucho la pregunta, tenía curiosidad así que la solté.- Yo nunca he besado a una chica...
Yo bebí nada más acabar de hablar y cuando dejé el vaso me fijé en que me estaba mirando fijamente, me asusté, creía que se había enfadado y cuando iba a hablar me cayó la boca con un beso lleno de pasión, de esos que queman, después se separó.
-Ahora ya puedo beber.- y se lo tragó de golpe.
Se volvió a mirarme otra vez, se me sentó encima y me volvió a besar, esta vez con más pasión si cabe.
-Malú para. -dije con la voz entrecortada. -No quiero que pase como el otro día con Vanesa...
-Carpe diem decías antes no? -dijo sin separarse de mi.
Esta vez fui yo la que le mordió el labio y empezó a besarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario