domingo, 27 de julio de 2014

CAPÍTULO 11: TÚ ME HAS HECHO MÁS FUERTE

Esas palabras se quedaron retumbando en mis oídos y grabadas en mi cabeza.
¿Sería verdad eso que acababa de decir? ¿me quería? ¿Como iba a quererme Malú? lo que pasaba es que iba borracha, además ella nunca había estado con una chica, era imposible que fuese verdad lo que había dicho.
Lo mejor sería esperarse a que se despertara para ver como reaccionaba a la situación.
Poco a poco me fui quedando dormida, respirando solamente el dulce olor desprendía su pelo y cuando desperté ella seguía dormida en mis brazos, no se había movido en ningún momento, me giré para ver la hora en el despertador en forma de gatito que tenía en su mesa de noche, me hizo mucha gracia y me recordó a la hija de Guille, Malú era una mujer que parecía madura pero que en el fondo seguía siendo una niña.
Todavía era temprano así que decidí no moverme para que no se despertara.
Creí que después de todo el alcohol que consumí ayer podría olvidar sus palabras, pero conseguí el efecto contrario, me acordaba de todo lo que había pasado, de cada gesto y cada suspiro.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de ella se había despertado y llevaba un rato mirándome.
       -Oye estas muy interesante cuando te quedas mirando el techo. -dijo con una risita.- En que piensas?. -no se movió de mi pecho, yo bajé mi mirada hasta sus ojos que me miraban y suspiré.
       -Pienso en todo lo que pasó anoche Malú. -le dije acariciándole un brazo, esperando que ella se pronunciase, que dijese algo para aclarar mis pensamientos, pero su respuesta me desconcertó más si era posible.
       -¿Que pasó anoche? solo se que debí de beber mucho porque no me acuerdo de nada y me duele mucho la cabeza. -dijo esta vez moviéndose al darse cuenta de como estaba abrazándome.
       -Pues.... -pensé un momento en si debía contárselo o no, pero si su cabeza había decidido olvidarlo sería mejor no recordárselo.- Vanesa vino porque había dejado a Antonio y se quedó a dormir en la habitación de invitados. -dije al final, saltándome todo lo que pasó antes y después.

Nos levantamos y fuimos a ver como estaba Vanesa, pero solo encontramos una nota.

   "Parejita estabais tan monas durmiendo que he decidido irme sin despertaros, espero que no os desperteis con mucha resaca, yo me voy que tengo que hablar con Antonio sobre lo que pasó ayer, seguro que fue un mal entendido.
Un besito princesas.
PD: os dejo el café preparado"

Nos entró la risa el leer su mensaje, fuimos a la cocina y desayunamos tranquilamente eso si sin sacar el tema de la noche anterior.
 Cuando acabamos le dije que iba a llamar a un taxi para ir al bar, ya que hoy trabajaba, pero ella se negó.
     -No, ni hablar tu no te vas en taxi, te llevo yo, además tengo que salir a unas cosas y me viene de paso. -dijo cogiendo las llaves de la moto y dos cascos de color negro, muy elegantes.
     -Si claro seguro que Vallecas te pilla de paso para ir al centro, chica búscate una escusa mejor. -dije riéndome.
     -Venga no seas tonta, encima de que te voy a dejar probar la moto... -le quité el caso de la mano y antes de ponérmelo le di un fuerte beso en  mejilla que causó su sonrisa.
     -Gracias jefa! -dije muy feliz.
     -Que no me llames jefa!! ¿como tengo que explicártelo? -me pegó un puñetazo en el brazo.
     -Auuu! que bestia eres cuando te lo propones eh Malusiita? -provoqué su risa y nos subimos a la moto.
   
     -Te aviso, esta es más potente que la tuya, y no te pases con la velocidad que luego las multas me llegan a mi. -no le dejé terminar y pegué un acelerón, ella se abrazó fuerte a mi.
No me soltó en todo el camino hasta el bar y la verdad es que a mi tampoco me molestó.

Al llegar me quité el casco y realicé el típico movimiento sexy con la cabeza para mover el pelo, ella emitió un silbido de obrero y las dos nos echamos a reír.
     -Toma que se te olvidaba el casco. -dije dándoselo, pero ella no lo cogió.
     -No, quédatelo, luego paso a por ti y vamos a cenar? -dijo arrancando la preciosa moto.
     -No sé cuanto trabajo tendré hoy, llámame luego y te digo algo.
     -Vale chica pantene como quieras, luego hablamos.
     -Adiós jefa!. -dije riéndome y ella aceleró y me dedico un precioso corte de manga.


Sin nada más entré en el bar, no sé por que me sentía muy feliz, aunque la sonrisa me duró poco, allí estaba Marta sentada esperándome.
     -¿se puede saber que coño hace esta aquí?  -le dije a Guille muy enfadada entrando en la cocina.
     -Irene llevo 2 horas diciéndole que se vaya pero esta convencida de que no se irá de aquí hasta hablar contigo.
     -Perfecto Guille, perfecto, justo lo que yo necesito ahora no es hablar con ella. -dije enfadada dejando el casco y el móvil en la mesa.
     -Lo siento Irene he hecho todo lo que he podido para que se fuese, hasta le he ofrecido dinero, te juro que lo siento.

Sin contestarle salí al bar, había muy poca gente, me dirigí a la mesa en la que estaba ella, y sin ganas me senté.
     -Dime que quieres y a que has venido, cuando antes mejor, porque no quiero saber nada de ti. -le dije muy claro y sin ninguna señal de simpatía en mis palabras.
     -Irene yo quiero pedirte perdón por todo lo que ha pasado. -me cogió la mano y nada más hacerlo yo me solté.- Podemos volver a intentarlo, ha sido un error que te juro que no volveré a cometer, yo te quiero Irene.
     -No te atrevas a decir nunca más esas palabras, te queda claro, yo no soy nada tuyo. Por cierto, hoy mismo vuelvo a casa, así que buscate otro sitio donde dormir que te largas de allí.
     -Claro ya me he ido, puedes volver cuando quieras, no te molesto más. -se fue casi llorando.

Puede que hubiese sido un poco borde con ella, pero al fin y al cabo se lo merecía por todo lo que me había hecho pasar.
Como había poco trabajo hablé con Guille y me fui a llevar todas mis cosas a casa otra vez.

No me costó mucho ya que solo me había llevado lo esencial a casa de Alex.
Puse una lavadora y me senté con Mate a hacer ñoñerías en el sofá, al levantar la cabeza vi allí a Marta observándonos con los ojos brillantes y una sonrisa de estúpida.
        -¿Y ahora que quieres? -dije cambiando mi sonrisa por una cara de asco.
        -Solo he venido a traerte las llaves y a que me escuches por última vez aunque sea.
        -Tienes 10 minutos y desapareces de mi vida.
        -Irene, cometí un gran error, me dejé guiar por todo lo que me decía Alba, y al final no se como pasó, yo te quiero, nunca he estado más segura de eso y me duele mucho haberte hecho esto, llevamos juntas desde que viniste a Madrid, siempre hemos estado la una para la otra, no podemos mandarlo todo a la mierda por esto. -dijo llorando.
        -Marta, tu no sabes lo que yo he pasado estas semanas gracias a ti y a tu amiguita Alba, espero que la estés disfrutando bien chica, porque te has cargado todo lo que teníamos por un capricho. Puede que a ti te parezca una tontería, pero por esa tontería yo he tenido un accidente de moto, he estado hundida en la mierda y casi dejo pasar por delante el sueño de toda mi vida, ¿te sigue pareciendo una tontería?
        - Irene ya te he dicho que fui una estúpida, Alba solo quería hacernos daño, quería debilitarte para poder ganarte en las batallas y seguir en el programa, yo no me quise dar cuenta, después de que nos pillaras desapareció y no me a hablado, solo me había utilizado, me siento muy mal. Se que puedo perderte y me siento peor aun si se puede.
       -Siempre supe que eras una caprichosa pero no hasta este punto, seguro que si Alba hubiese seguido hablándote no estarías aquí, estarías con ella pasándotelo genial verdad? Si por casualidad te vuelve a hablar le dices que ha conseguido todo lo contrario de lo que pretendía, y tú le has ayudado así que te tengo que dar las gracias.
       -No me hagas esto por favor. -dijo y me besó como hacía tiempo. Pero yo no podía permitirle que entrara y desordenara mis planes otra vez, así que me levanté apartándome de ella.
       -Fuera, ya han pasado tus 10 minutos, desaparece de mi vida, PARA SIEMPRE!!!! -esto último lo dije llorando.

Cuando se fue yo me quedé destrozada, me dolía mucho todo lo que le había dicho y verla llorar así, pero sé que algún día me lo agradecería a mi misma, que conseguiría ser feliz sin ella.

El sonido del  móvil interrumpió mis pensamientos, era Malú, no me acordaba de que había quedado con ella para cenar, la verdad es que no me quedaban muchas ganas de salir después de todo lo que había pasado así que la invité a cenar a casa con la escusa de celebrar que había vuelto a vivir en mi casa.
Llegó a la media hora, yo ya había preparado lo que quería parecerse a una cena, pero que a simple vista ya se veía que estaría muy malo, era una tortilla, si es verdad que tienes que ser muy malo  para que te salga mal una tortilla, pero yo era sí, estaba quemada por fuera y cruda por dentro, al fin y al cabo era lo único que le podía ofrecer porque no me había dado tiempo de ir a comprar así que recé por que no viniese con mucha hambre.
        -mmm que hambre me provocan los ensayos, espero que me hayas preparado algo bueno bueno. .dijo tocándose la tripa, mierda la primera en la frente.
        -Bueno si, lo he intentado, pero entre que no se cocinar y que no tenía casi nada en la nevera pues ha salido lo que ha salido... -dije enseñándole el plato de tortilla.
        -A lo mejor está rico, venga vamos a provarlo. -me dio un beso en la mejilla y se sentó.
Yo no quise provarla, me esperé a ver su cara, que fue bastante divertida al comprobar las sospechas, la tortilla estaba asquerosa.
        -Mmm tienes por ahí el número del telepizza? -dijo mientras bebía agua.
Yo me reí y fui a buscarlo, minutos  después ya las habíamos pedido y tiramos la tortilla.
        -Esto no se lo come ni Mate. -dije deshaciéndome de la tortilla. Malú se echo a reír mientras acariciaba al bichón.
        -Pero bueno ha sido un detalle, además el mensaje subliminal ha sido un puntazo. -dijo esta vez riéndose de la cara que se me quedó.
 No había pensado en que podría llegar a pensar eso si le hacía una tortilla para cenar.

Mientras esperábamos las pizzas le conté todo lo que había pasado con Marta y ella me escuchó, interviniendo cuando era necesario y abrazándome cuando la situación lo requería.
Llegó la cena y nos la comimos en un segundo, las dos estábamos muertas de hambre.

Estábamos las dos tiradas en el sofá agotadas cuando a ella se le ocurrió una idea genial para animarme.
        -Creo que he encontrado la canción perfecta que creo que describe lo que sientes ahora y que seguro que te anima. -sonrió y sin más se puso a cantar.

"Ya no me pinto mi sonrisa nueva para recibirte. Ya no me muero por besar tus labios ni quemar tu piel. Ya no me rompo la esperanza a golpes contra tu inconsciencia. Murió mi paciencia y ahora estoy despierta y no me quedan ganas para verte más. Ya no recuerdo que me hizo un día quedarme a tú lado. Por más que quiera no recuerdo qué pude encontrar en ti. He estado ciega demasiado tiempo, y ahora estoy cansada de seguirte el juego. Cuando nazca el alba estaré muy lejos, muy lejos de ti. No te puedo creer. Ya ni quiero creerte. Te olvidaste de mí. Me tenías enfrente. Esta idiota se va. Voy a cambiar mi suerte. Ya no temo tu voz, tú, tú me has hecho mas fuerte. "
La verdad es que si que consiguió sacarme una gran sonrisa, esa canción definía perfectamente mis sentimientos. Consiguió que fuese feliz por unos minutos.
No paró en esa canción, siguió como si estuviese en uno de sus conciertos y yo le aplaudía y le chillaba como su fan número uno.
Cayó exhausta en el sofá y aproveché para cantar yo una de sus canciones, la que le seguía en el concierto. Reconozco que fui muy atrevida al elegir esa canción pero la respuesta de su mirada al empezar a cantar me dijo que había acertado.

Terminé de cantar ese espectacular "ven a pervertirme" y se tiró a mis brazos, empezó a besarme con mucha pasión y yo más necesitada que nunca le seguí el juego, la cogí por la cintura y me la llevé a la cama, donde estaríamos más cómodas.
Nos desnudamos entre besos, caricias y mordiscos.
Cuando me deshice del sujetador, soltó un leve gemido que erizó mi cuerpo entero.
Me dediqué a ella por completo, haciéndole el amor como mejor sabía, degustando cada parte de su perfecto cuerpo, besando cada rincón hasta hacerle temblar de placer.
Y sudadas con la respiración agitada nos quedamos dormidas, abrazadas como la noche anterior, su cabeza en mi pecho y su mano  mi cintura.





2 comentarios:

  1. Me encanta!! Escribes genial!!

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  2. Me encanta y me he quedado con las ganas de si ya por fin se atreverán a dar el siguiente paso declararse

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