"A veces siente compasión por este loco, ciego y loco corazón. Sea lo que quiera Dios que sea mi delito es la torpeza de ignorar que hay quien no tiene corazón y va quemando, va quemándome y me quema.
Y, ¿si fuera ella? No, no. Y, ¿si fuera ella?"
Y con el último acorde abrí los ojos, llenos de lágrimas, de alegría, ante mí tenía a tres de los cuatro coaches mirándome y en pie aplaudiendo, pero había una silla que no se había dado la vuelta, lo que me decepcionó en aquel momento fue que en esa silla sin girar ponía el nombre de "Malú".
Una vez realizadas las presentaciones, cada uno de ellos me confesó lo que habían sentido al escuchar como cantaba, todos menos Malú, me resultó raro porque ella solía ser la que daba el punto de diversión y ternura al programa, pero esta vez estaba muy seria y con la mirada perdida.
Decidí irme con Antonio Orozco, mi primera opción siempre había sido Malú pero ante lo ocurrido...
Salí corriendo por los pasillos a buscar a Marta que me estaba esperando con lágrimas en los ojos porque lo había conseguido. Le abracé muy fuerte:
-Marta, mil gracias si no fuese por ti no estaría aquí, Te quiero- y me puse a llorar aun en sus brazos.
-Cielo esto los has conseguido tu sola yo solo te he dado el empujón.- y sin importarme que estuviesen las cámaras y Jesús Vázquez delante, le besé, fue un beso que le explicaba todo lo que no podía decir con palabras.
Tras el beso, Jesús me felicitó por mi actuación y por haber entrado en el programa.
Cuando ya había recogido todo después de la grabación, me dirigía por los pasillos ya hacia la salida y alguien me cogió del brazo y me paró, Marta no era porque me esperaba fuera en el coche, así que me giré extrañada para ver quien me cogía y le vi, no parecía ella, tenía una cara de pena que rompió por dentro.
-Perdona...-se quedó pensando un momento mi nombre.- Irene no?, ¿puedo hablar un momento contigo por favor?
A mi no me salían palabras después de escuchar mi nombre salir de su boca, solo asentí como una tonta y le seguí, ella no me soltó la mano hasta que llegamos a su camerino donde me invitó a pasar.
-Verás Irene- dijo tras cerrar la puerta una vez estábamos dentro- yo quería disculparme por mi actitud antes en plató...
-Malú no pasa nada no tienes que...- me paró pidiendo que le dejase terminar de explicarse.
-Nunca me había pasado lo que me ha pasado escuchándote a ti cantar, mientras cantabas por mi mente han pasado miles de pensamientos, trasmites mucho con tu voz Irene y te prometo que me quería girar y tenerte en mi equipo.-dijo quitándose una lágrima que caía por su perfecta mejilla, yo en esos momentos me sentía muy pequeña a su lado, no sabía que hacer, así que le dejé continuar.- Pero tenía un desafío interno, sé que no te interesará, que creerás que lo único que hago es justificar mi comportamiento, pero aun así creo que mereces una explicación. Como te he dicho tenía un desafío interno porque cantas como un verdadero ángel, pero esa canción, esa canción me trae unos recuerdos que me matan por dentro, y me dejé guiar más por mis recuerdos que por tu dulce voz, no he sido objetiva y me duele porque a mí nunca me había pasado, siempre he sabido distinguir el trabajo de mi vida personal, pero has llegado tú y me has desecho por dentro, tu manera de tocar la guitarra, tu manera de cantar mi canción favorita, tu manera de trasmitirme miles de sentimientos...
Y lo que más me duele es haberte dejado pasar y sé que ahora te voy a ver por aquí todos los días y ese va ser mi castigo, verte y recordar lo estúpida que fui en las audiciones a ciegas, pero por otra parte estoy muy contenta de que estés en el programa y ver que vas a llegar muy lejos, no lo dudes, eres muy grande Irene.- Hacía ya un rato que estábamos las dos llorando desconsoladamente, por motivos distintos, pero juntas. Al vernos las caras nos entro risa por la cara que poníamos.
Finalmente nos abrazamos como si nos conociésemos de toda la vida.
-Ahora me toca a mí.- dije al terminar el abrazo, como acto reflejo le quité una lágrima que caía por su cara con una dulce caricia y ella me sonrió.- Malú, si que es verdad que me ha desconcertado tu actitud antes, pero no porque no te hubieses girado, sino porque no tenías esa sonrisa tan perfecta que ilumina más que el sol.- Le saque una sonrisa con esas palabras, una sonrisa que me mató por dentro.- Y he de decirte que como malulera que soy me preocupó bastante, porque se notaba que algo te pasaba. Si que es verdad que hubiera matado por que te giraras y por entrar en tu equipo, pero solo con verte todos los días por aquí y ver tu sonrisa, seré la más feliz del mundo.- Dije con una gran sonrisa, y ella me sacó la lengua y me abrazó otra vez, eso parecía un sueño.
-Gracias Irene,- puse cara de extrañada, ¿gracias?¿por que?- no me mires con esa cara, gracias por venir aquí y revolucionar mi cabeza, por hacerme sentir mil cosas diferentes y gracias por entenderme.- iba a contestar cuando me sonó el móvil.
-Marta..., si..., ya..., si que si ya salgo..., vale vale ya voy...
-Creo que te reclaman- dijo Malú cuando terminé de hablar con Marta.
-Si, es que tengo una novia muy impaciente- dije con cara de agobio y las dos nos reímos.- Bueno Malú tengo que irme que si no esta me mata, nos vemos por aquí cuando empiecen los ensayos no?
-Claro cielo, pero ahora venga que si te mata tu novia ya no podrás venir a los ensayos,- me dio un beso en la mejilla y me guiño un ojo- Nos vemos la semana que viene- Me acompañó a la puerta del camerino y antes de salir me dio una palmada en el culo acompañada de su risa de niña pequeña.
Al llegar al coche, me sentía la persona más feliz del mundo, nada podía estropearlo. La conversación con Malú me mato por dentro. Sería mi secreto, no fue nada del otro mundo, pero no quería compartirlo con nadie porque quería que fuese especial y no hay nada más especial que algo que te hace feliz que te lo guardas, porque cuando lo compartes pierde la magia y yo quería que fuese magia por mucho tiempo.
-¿Se puede saber por que has tardado tanto?- dijo Marta con cara de enfado- Llevo media hora esperándote Irene.
-Cariño estaba recogiendo todo y al salir me han parado para felicitarme.- Dije con cara de importante.- No querrás que piensen que voy de sobrada, jajaja venga que sabes como soy, me han parado y a mi que me gusta hablar, pues se me ha pasado el tiempo y no me he dado cuenta.
- Venga vámonos que con la felicidad que llevas encima no sabes ni lo que dices.- dijo riéndose, me dio un beso y arrancó el coche.
Cuando llegamos al bar, todos estaban muy contentos por la noticia, Guille casi me parte las costillas del abrazo que me dio.
- ¡¡Pequeña que lo has conseguido!!- me subió a sus hombros y empezó a saltar mientras yo me reía- Soy tu fan número 1 que lo sepas.
-Va Guille bájame que si me matas no podrás ser mi fan número 1- Dije entre risas mientras el seguía saltando conmigo encima.
Pasaron los días en mi cara no se borraba la sonrisa, tenía muchas ganas de que empezaran ya los ensayos y de poder ver a Malú, espero que ya vuelva a ser ella, porque verla mal me destroza por dentro.
Hablé con Guille, porque no quería que siguiese con las actuaciones en el bar, quería que me centrara en el programa nada más, pero yo me negaba, podía hacer las dos cosas, además cantar en el bar me servía como ensayo.
Tras un gran rato al final no pusimos de acuerdo y actuaría solo hasta que empezaran los ensayos de la voz, porque quería que estuviese al 100x100.
El lunes sonó temprano el despertador, hoy teníamos la reunión con nuestro coach.
Me levanté muy contenta, me duché y antes de irme fui a pasear a Mate por el parque. Al volver Marta me estaba esperando en el sofá y me sorprendió.
-Venga que vamos a llegar tarde, no querrás dar mala imagen el primer día ¿verdad?- me dijo levantándose y acariciando a Mate que daba saltos al verla.
-No sabía que me iba a acompañar preciosa. Le di un beso de buenos días, de los que a mí me gustan.- Voy a coger unos papeles y salimos, ves cogiendo el coche y ahora bajo.
-Vale pero no tardes eh que te conozco.
Cuando llegamos solo había una chica más, me sorprendió que Marta fue a saludarla, ¿de que la conocía?, me acerqué a ellas y saludé un poco desconcertada.
-Hola.- dije un poco cortada.
-Hija Irene, con lo habladora que tu eres, ¿se te ha comido la lengua el gato?- me dijo con cara de sorpresa.- Ella es Alba, Alba ella es Irene.
-Encantada Irene- me dijo la chica con una sonrisa.
Estuvimos hablando las tres hasta que empezó la reunión. Me contaron que se conocieron el día de las audiciones, mientras yo tardaba tanto en salir.
Alba también era del equipo de Antonio, era muy simpática y enseguida nos hicimos buenas compañeras.
La reunión se alargó hasta la hora de comer, fue muy intensa, con todos los horarios, la reglas, las grabaciones y ensayos... Acabamos agotados.
Al salir, Marta me esperaba en la puerta. Hablamos un tato con Alba y al final decidimos irnos las tres a comer juntas. Una cosa llevo a la otra y al final acabamos en mi casa las tres para cantarnos algo y seguir hablando.
Pasamos una tarde muy entretenida entre canción y canción, nos reímos y nos conocimos mejor.
Alba era una chica de Madrid, tenía dos años más que yo y también tocaba el piano, he de decir que tenía una voz muy dulce y suave.
A eso de las ocho de la tarde nos despedimos y quedamos para vernos antes de la próxima reunión y los ensayos.
Lo que no sabía era lo que me esperaba las próximas semanas ni quién iba a ser el culpable de mi derrumbamiento interior...
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