miércoles, 16 de julio de 2014

CAPÍTULO 2: TE CONOZCO DESDE SIEMPRE

Me fui al despacho de Guille después de saludar a todos mis amigos y conocidos que vinieron a felicitarme por la actuación.
Guardé la guitarra en la funda y me puse a gritar de felicidad, yo sola entre aquellas cuatro paredes.
      -Pero Irene que te has vuelto loca? ya se te ha subido la fama a la cabeza?-dijo Marta entrando por la puerta, ponía cara de asustada pero no podía aguantarse las ganas de reír- ya sabía yo que...- la interrumpí con un largo y apasionado beso en el que le transmitía todo lo que estaba sintiendo.
      -Te quiero Marta, gracias por apoyarme siempre y por creer en mi. 
      -Gracias a ti mi niña por demostrarme lo que vales y por ser mi felicidad.- Marta estaba abrazada a mi y nuestras bocas solo se separaban por centímetros.
      -Bueno creo que os estáis volviendo un poco empalagosas las dos eh.- dijo Guille riendose- venga iros ya para casa que cierro yo el bar esta noche.
      
Cuando ya había recogido todo, Marta y yo nos fuimos a mi casa, por el camino seguía tan contenta por como había sido mi día que no pude parar de cantar, una y otra hasta acabar con todo el CD de Malú.
Bajamos del coche y al entrar nos recibió Mate, mi pequeño bichón maltés.
Para celebrar mi estreno, Marta y yo intentamos emborracharnos pero estaba tan cansada que cuando regresó de la cocina con las copas yo me había quedado dormida en el sofá.

Pasaron las semanas y yo ya me iba acostumbrando a cantar ante el pequeño público que cada noche venía a escucharme al bar de Guille.
Me sentía feliz, cantaba rodeada de la gente a la que más quería, tenía a la persona a la que amaba a mi lado apoyandome en todo y además últimamente tenía mucha inspiración para componer, lo tenía todo o eso creía yo. 

El sábado Guille me dio el día libre para ir descansada a la actuación, y aun así me levante temprano por la costumbre, como ya no me pude dormir decidí salir a pasear con Mate.
Me había levantado con inspiración y con mil pensamientos en la cabeza así que tras el largo paseo cogí la guitarra y me fui a mi lugar secreto del parque. Era un pequeño sitio con un árbol y rodeado con arbustos, no lo conocía mucha gente y era un lugar tranquilo para componer o pensar.

El tiempo pasó volando y no me di cuenta de la hora que era hasta que apareció Marta con cara de preocupación.
      -Tú, petarda, donde te has metido todo el día, cuando me he levantado ya no estabas, no has ido al bar y no me contestabas al móvil- dijo con la respiración agitada, se notaba que había venido corriendo. Me levanté para tranquilizarla y tras un largo beso que agitó ahora mi respiración, me dispuse a explicarle mi mañana.
      -Lo siento cielo, me he levantado muy temprano y no quería despertarte, hoy Guille me dio el día libre y se me olvidó decírtelo, llevo mil cosas en la cabeza, se me ha olvidado hasta encender el móvil jaja, perdoname pequeña por no avisarte.-le dije antes de separarme para encender mi móvil que llevaba en el bolsillo.

      -Tendrás unas cuantas llamadas mías- me dijo riendose- y whatsapps ya ni te cuento.
      -Joder Martita- dije mirando la pantalla- te habrás gastado todo el saldo llamandome.- no había acabado la frase cuando recibí la llamada de un número desconocido, me quedé mirando a Marta un poco extrañada.- que hago?
      -¡¿Pero quieres contestar antes de que cuelguen tonta?!- me dijo chillando y haciendome señas con las manos.
      -Vale pesada, pero no se para que voy a contestar si seguro que son de Vodafone para que renueve el contrato- me quedé mirando a la pantalla, pero Marta que estaba nerviosa por mi actitud, decidió contestar por mi y ponerme el iphone en mi oreja.

LLAMADA:
     
       -Hola buenos días, ¿este es el número de Irene González Martí?
       -Sí, la misma- dije con una sonrisa un poco falsa- ¿con quién hablo?
       -Irene, le llamamos desde telecinco- miré a Marta con cara de no entender nada de lo que me estaba diciendo.- ¿Hola?¿sigue ahí?
       -Sí sí, dígame- puse el altavoz para que mi chica pudiese escuchar la conversación.
       - Le llamamos para comunicarle que ha pasado a las audiciones a ciegas del programa La Voz.
       -¿Como?¿quién eres?¿porque me estas gastando esta broma?- Marta se estaba tapando la boca de la emoción y se le estaban saltando las lágrimas, yo seguía sin entender nada de lo que estaba pasando- Perdona pero creo que se a equivocado- no me dio tiempo a terminar la frase y Marta me quitó el movil.
       -No, no se ha equivocado- asintió unas cuantas veces escuchado las indicaciones y tras despedirse colgó.

Yo tenía cara de estar muy enfadada, no había entendido nada y no me hacía gracia la bromita.
Marta se puso a gritar y vino corriendo a abrazarme mientras lloraba de alegria.

       -Tía que te han cogido en la voz!!!!
       -Pero tu eres tonta? como me van a coger si yo no me he presentado? ha sido una broma de mal gusto de alguno del barrio, seguro.

Marta intentaba ponerse sería pero no lo conseguía y al final explotó.
       -Que no amor, que es verdad que te han cogido para las audiciones a ciegas, que si que te has presentado.
       -¿Como? no te entiendo Marta- dije con cara de confusión.- Explícame.
       -¿Te acuerdas de la primera noche que actuaste en el bar? cuando cantaste Ángel caído-no podia ser, ya estaba imaginándomelo- pues yo lo grabé y lo envié al concurso.
       -¡¡¿Que hiciste que?!!- le dije gritando enfadada y desconcertada- Marta yo te mato, ¿cuando pensabas decírmelo?.
       -Pues justo antes de que te llamaran, por eso venía corriendo- mi cara era de estar flipando, no me podía ver pero seguro que era de admirar. -Que, ¿no me vas a decir nada lela?.
       -¿Que quieres que te diga? ¿que te odio?-dije con lagrimas en los ojos.
       -Haber, yo prefiero un... "ohh te quiero Marta eres la mejor novia del mundo mundial, gracias por enviar ese video, voy a poder conocer a mi idola en persona gracias a ti y puedo empezar a cumplir mi sueño en la música" o algo así, ¿que te parece?- ya no pude más y me derrumbé, me tiré a sus brazos y le di el que para mi fue el mejor beso del mundo.
       -Te quiero Marta, gracias.- no pude decir nada más porque mi llanto no me dejaba respirar. Ella me abrazó muy fuerte, sabía todo lo que significaba para mi todo esto, ella siempre había estado a mi lado.

Regresamos a casa juntas sin separarnos ni un centímetro.
Aquella noche fue la mejor de mi vida, mi primo antes de mi actuación, anunció a todos la noticia de mi entrada en la voz, y todos estaban súper contentos y esperando a que saliese a cantar.
Cuando ya había terminado, entre todos me pidieron que saliese a cantar Ángel caído, sin duda se notaba que era la canción que más les gustaba como cantaba, así que no me hice de rogar y les canté, con lagrimas en los ojos. En aquellos momentos pasaban por mi cabeza todo lo que había vivido hasta ahora, todo lo que aquella canción sacaba de mi.
Desde que estaba en Madrid viviendo, esta era una de las veces que mejor me sentía, aunque yo que soy única en mi especie, no podía dejar de pensar en todo aquello que no tenía aquí, todo lo que había perdido por intentar cumplir mi sueño.

Acabé la canción con lagrimas aun en los ojos y con la voz rasgada, di las gracias a todos y me despedí, necesitaba tranquilizarme, ¿porque tenía que pensar ahora en todo aquello?¿porque tenía que ser tan masoca de destrozarme por dentro cuando mejor estaba?

No me esperé a Marta, cogí mi guitarra y le dije que me iba a casa, que estaba cansada, pero creo que no se lo creyó porque fue a decirle algo a Guille, cogió la chaqueta, me cogió el brazo y nos fuimos.

Al llegar a casa cogí a Mate y me senté en el sofá, no sé porque pero aquel pequeñín me entendió y me dio mimos.
Marta se agachó delante de mi y me quitó las lagrimas de la cara con sus caricias.
       -Eh pequeña, estoy aquí vale? me dijo, me dio un beso en la frente y se sentó a mi lado abrazandome. Yo no pude más y me derrumbé.

       -Marta- le dije entre sollozos- te quiero y lo siento, no se porque me he puesto así- intente disimular la situación y me abracé a ella.
       -Cariño, si que lo sabes y yo también, sé que ahora no quieres hablar y voy a estar aquí para escucharte cuando quieras hacerlo.

       -Marta , no puedo...- Marta se incorporó.
       -No ahí te equivocas, no pienso dejar que te vayas, que renuncies a tu sueño por ellos, me oyes? ni se te ocurra planteártelo.- me lo dijo ya gritando, se notaba que estaba enfadandose.
       - Lo siento Marta, soy idiota, pero no puedo dejar de pensarlo, aunque me duela- dije llorando.
       -Cielo, siempre hemos podido con esto juntas y ahora más- me dio un beso y me quedé dormida entre sus brazos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario