"Si me ves sentirás que te quiero"Y tras esas palabras bajé la cabeza y ese apagó el foco que me iluminaba, quedando así todo el plató a oscuras.
Cuando todo se volvió a iluminar por mi cara caían lágrimas de la emoción, de todo lo que había sentido mientras cantaba y sobre todo de tenerle delante con los ojos también llenos de lágrimas.
El público estuvo aplaudiendo en pie casi 5 minutos y cuando paró Jesús dio paso para que hablasen los coaches.
-Chiquilla me has dejado flipando, con tu voz trasmites muchísimo, vas a llegar muy lejos. -dijo David muy sinceramente.
-Muchas gracias de verdad. -dije limpiándome las lágrimas.
-MONSTRUA!!!! -dijo Rosario provocando una gran sonrisa en mi, pero que se borró de inmediato cuando Malú se dirigió a mi.
-Irene, tienes una voz muy dulce, rasgada que consigue emocionar a cualquiera, enhorabuena sigue así. -A mi esas palabras me mataron, ella sabía como destrozarme sin que nadie se enterara.
-Muchas gracias Malú. -dije fingiendo una sonrisa.
-La niña de mis ojos!! -dijo Antonio abrazándome.- Eres una auténtica crack Irene, has estado inmejorable.
-Muchas gracias hermoso. -dije pellizcándole las mejillas delante de las cámaras, como hice aquella vez en los ensayos. Lo hice esta vez para no ponerme a llorar e intentar fingir delante de Malú que estaba bien, pero poco duró porque Antonio pasó su brazo por mis hombros y empezó a hablarles a todos los presentes.
-Esta chica que veis aquí es la persona más trabajadora que conozco, a tan solo una semana de los directos vino a mi y me dijo que iba a cambiar de canción, que iba a arreglarla ella sola y cantarla a la vez que tocaba el piano, yo me negué, era muy arriesgado empezar de cero a tan solo 7 días de un programa en el que te puedes ir a tu casa por un solo fallo, pero aquí la tenéis gracias a su cabezonería me convenció y lo ha conseguido, ha brillado con luz propia y tengo que decir que ella sola la ha ensayado, ni yo sabía que canción era, se negó en que le ayudara. Tiene mucho merito esto que has hecho Irene, eso si enana. -me dijo haciéndome cosquillas.- A mi no me digas que la canción la elegiste por que era de tu registro, porque se te ha notado que estas coladita por alguién ehh, se te ve en los ojillos. -A mi me entró el pánico, ¿tanto se me notaba?, crucé la mirada con Malú que seguía indiferente a todo.
-Eso lo tienes que contar eh Irene. -dijo Jesús volviéndome a la realidad.
-Esto... os va a parecer un coñazo... -el publico no me dejó terminar y todos coreaban "que lo cuente, que lo cuente".
-Si lo dice el público no te queda otra Irene... -dijo Antonio riéndose, y yo le mire con cara de asesina. Pero pensándolo era una gran oportunidad para decir lo que sentía. Sabía que no recibiría respuesta, pero antes de volver a desaparecer para siempre le dejaría claros mis sentimientos una vez más, pero esta vez no le miraría.
-Pues ¿quien no se ha pillado nunca por alguién? -dije mirando al público, parándome a observar a cada uno de los coaches que me miraban atentos.- Cuando crees que estas destrozado, que de ti solo quedan pedacitos que no se pueden arreglar, llega esa persona que te saca una sonrisa de la forma más estúpida posible, que te hace ver que la vida sigue y que el mundo esta lleno de color, que solo tienes una venda en los ojos, y son sus manos las que te la quitan, las que te ofrecen toda la luz que te repara los trocitos rotos. -vi que mucha gente se estaba emocionando con mis palabras y que mi voz se estaba rasgando pero aun así continué. -Pero realmente estás tan roto por dentro que tu corazón no acepta tanta felicidad de golpe, que tu cabeza te lleva a cometer unas estupideces que solo consiguen destrozarte más y conseguir destrozar a la otra persona. -paré para coger aire y quitarme las lágrimas de los ojos.- Yo en cambio no quiero por nada del mundo dejar que esa persona se vaya de mi vida por una gran estupidez que cometí. Y no hay forma más dulce y pura de mostrar tus sentimientos que esta, la que se ha visto hace unos minutos en el escenario, una canción que siento completamente, que me duele cada palabra de ella, cada suspiro, porque dicen que cuando algo duele es porque importa de verdad, y esa persona me duele aquí. -dije poniendo mi mano en el pecho.- Muy adentro.
-Irene estas temblando. -dijo Alex cuando salí del plató.- Ven a tomarte algo y te relajas, normal que estés así, te juegas pasar a la final.
-No está así por eso Alejandro. -dijo Vanesa abrazándome sinceramente.- Enana escucharme ella no sabe lo que hace, le ha pillado de sorpresa y te digo que le esta matando por dentro no haberte dicho nada.
-Vane tenías que haber visto su cara, era de indiferencia, no le afectaba una sola palabra. -dije sollozando en sus brazos. -He hecho el ridículo delante de toda España.
-Eh deja de llorar que tienes que volver a salir para que te digan que pasas a la final, porque seguro que pasas, eres un ángel. Y con Malú hablaré yo, esto no puede quedar así porque os estáis haciendo las dos mucho daño.
Cuando acabamos los directos Alex me llevó a casa, pero a mitad de trayecto cambio de dirección.
-Eh que te has pasado la salida, ¿no te acuerdas del camino?
-Sí, me lo sé perfectamente, pero ahora no vamos a tu casa. -dijo con una sonrisa.
-Alex no estoy ahora para bromas, llévame a casa que estoy cansada.
-Vale pero primero tenemos que pasar por el bar que me dejé el otro día mi chaqueta.
-Joder, pero la puedes coger otro día, tienes mil chaquetas diferentes. -dije molesta, necesitaba estar sola en mi casa. Pero no me hizo caso y siguió su plan.
A los 5 minutos llegamos al bar y con desgana abrí la puerta para coger la chaqueta, pero nada más hacerlo se encendieron todas las luces y todos gritaron "SORPRESA". Alex me cogió en brazos y me dijo.
-Princesa quiero ver una gran sonrisa en tu cara bonita, porque tu vales. -y empezó a dar vueltas mientras los dos nos reíamos como niños.
Allí estaban todas aquellas personas que conocí al venirme a Madrid, los que me acogieron y me invitaron a formar parte de su familia.
Antes de poder dar las gracias apareció la pequeña Ainoha con un ramo de flores que le tapaba la carita.
-Tía Idene ete damo de flodes es pada ti, podque edes la mejod del muuuuundo. -dijo pronunciando como podía y me tendió el ramo con sus manitas.
-Yo a ti te como, ven aquí renacuaja! -le dije y ella empezó a reírse mientras me la comía a besos y le hacía cosquillas.
En todas las paredes del bar habían fotos mías cantando, con la guitarra, con Mate, con Ainoha y Guille, con cada uno de los que estaban allí.
-Muchas gracias a todos por venir y hacer todo esto por mi, sois las mejores personas que la vida me podría regalar. -dije sin quitar la sonrisa.
Saludé a todos uno a uno y estuvimos hablando, cantando y bailando mucho rato, celebrando que había pasado a la final.
A las 4 de la madrugada ya estaba agotada así que le busqué a Alex para que me llevase a casa, pero como no lo encontré me fui dando un paseo, así podría reflexionar sobre todo lo que había pasado ese día.
Estaba llegando a casa y no podía dejar de cantar la canción de los directos, me pasaba por la cabeza cada mirada suya, cada cara y palabra que había dicho.
Cuando giré la esquina vi que había alguien sentado en la puerta de mi casa.
-Perdone ¿me deja pasar? Tengo que entrar a mi casa. -con estas últimas palabras me di cuenta de que era Malú.
Estaba sentada en la puerta de mi casa, abrazada a su casco y dormida, en su cara se veían restos de lágrimas y de rímel.
A saber el tiempo que llevaba esperándome en la puerta, con el frio que hacía en Madrid estas semana y ella ahí sentada llorando.
Cuando se percató de mi presencia se levantó y sin decirme nada me besó como nunca lo había hecho, en ese beso había dulzura, amor, en ese beso estaba todo lo que con palabras no se podía demostrar.
Y las dos fundidas en un abrazo y con las frentes pegadas empezamos a llorar.
-Siento haberte hecho pasar tan mal momento en el plató.
-No pasa nada, viniendo aquí me has hecho la persona más feliz del mundo.
Pasamos a mi casa abrazadas, no pensaba soltarla hasta que fuese necesario.
-Irene tenemos que hablarlo todo. -dijo seria.
-Sí, pero ahora es muy tarde, ¿lo hablamos mañana?
-Vale, ¿ me puedo quedar a dormir aquí?
-Eso no se pregunta tonta, vamos que tengo el sitio perfecto para ti. -dije llevándola de la mano hasta llegar a mi cama.- ¿Que te parece si hoy eres mi osito de peluche y duermo abrazada a ti? -dije con voz de niña pequeña.
-Me encantaría. -me volvió a besar como antes, poquito a poco iba reparando todos los trocitos rotos que habían en mi.
-Pues vamos a elegir tu pijama jeje. -después de 5 minutos riéndonos mientras mirábamos los pijamas nos acostamos.
Esta vez era yo la que me abrazaba a ella, con mi cabeza en su pecho, escuchando cada latido de su corazón y cada respiración.
-Y pensar que casi soy tan idiota de dejarte marchar... -me beso en la frente y entrelazó sus dedos con los mios.
-Si pero ahora estamos juntas y no te voy a soltar nunca.