jueves, 7 de agosto de 2014

CAPÍTULO 16: TE NECESITO

Me quedé de piedra después aquellas palabras.
Marta estaba al otro lado de la puerta, llorando como nunca antes yo la había visto, eso me mató por dentro.
Es verdad que estaba enfadada con ella por lo que me había hecho, pero le tenía demasiado cariño como para ser mala con ella, a lo mejor se lo merecía, pero yo no era así.
     -Eyy no hagas caso, ya se irá. -dijo Malú en mis labios, sin dejar de tocarme y besarme.
     -No puedo Malú. -pero ella no me hizo caso y continuó con el juego.- Para, te he dicho que pares. -le dije bajandome de su cintura.
     -¿Que te pasa ahora?¿Es por ella? -se le notaba enfadada.
     -No creo que sea un buen momento para discutir. -me arreglé el pelo y cogí el pomo de la puerta.- Voy a salir y me la llevo de aquí, así no te verá, espérate 5 minutos para salir por si acaso.
No esperé su respuesta y me fui cerrando la puerta a mis espaldas sin mirarla, no podía, no se que me pasaba.

     -Este no es un  buen sitio para hablar y estas montando un espectáculo, vamonos. -cogí la mano de Marta y  tiré de ella para irnos.
Llegamos a un parque que había cerca y nos sentamos en un banco alejado de la gente.
     -Dime que quieres ahora Marta. -dije con lágrimas en los ojos.
     -No puedo estar más tiempo sin ti. -Marta vino a besarme, pero yo me aparté.
     -Marta, han cambiado muchas cosas en poco tiempo. -le cogí las manos.- No te puedo negar que siga sintiendo algo por ti, nos conocemos de mucho tiempo ya, pero... -me interrumpió.
     -Hay otra no? tan pronto me olvidas? -dijo llorando.
     -Te recuerdo que fuiste tú la que me puso los cuernos? -la situación me estaba superando ya.
     -Lo... lo siento, no tengo derecho a reprocharte nada, pero Irene dejame demostrarte que sigo siendo yo, la misma que te enamoró cuando llegaste a Madrid.
     -Dame tiempo vale? no es todo tan fácil como tu lo ves.
Me besó y no se porque yo le seguí el beso, no os puedo negar que echaba de menos sus labios, habían sido mi  droga durante muchísimo tiempo, pero esta vez era difente, no notaba el calambre que me recorría el cuerpo entero como cada vez que nos besábamos, no había nada de especial en este beso.

Escuché unos gritos en la otra acera de la calle y cuando me giré la vi a ella, estaba furiosa, se lo podía notar a través de sus gafas de sol y la bufanda que le tapaba la cara.
Cuando consiguió llamar mi atención se acercó a mi moto que estaba aparcada cerca de donde ella se encontraba y de una patada la tiró al suelo.
Yo no reaccioné, no me podía mover, no sabía que coño había hecho para que todo esto pasara, ella se fue corriendo y llorando.

      -¿Quien es esa Irene? -Marta interrumpió mis pensamientos.- Es por ella no? Lo siento por lo que ha pasado, será mejor que me vaya, no quiero cagarla más...
      -Más? Eso es imposible Marta, desde que has aparecido solo me has hecho daño, joder, desaparece por un tiempo, por favor, me lo debes. -Nos levantamos y me dio un fuerte abrazo antes de irse.

Me limpié las lágrimas y regresé al bar, como había poca gente y Guille me vio mal me dijo que me fuese a casa a descansar, pero yo lo que necesitaba era hablar con alguien de todo esto, y solo había una persona en la que podía confiar plenamente, llevaba haciendolo desde que llegué a Madrid y sé que me entendería.

Llamé insistentemente al timbre hasta que me abrió la puerta, y sin decir nada me abracé llorando. Lloraba tanto que no me di cuenta de que la persona que abrazaba no era Alex.
      -¿Que pasa? -dijo Alex apareciendo por el pasillo y yo al verle me solté de la persona que estaba abrazando.
      -Lo siento. -dije quitandome las lágrimas de los ojos.- Creía que era Alex el que abría la puerta. -me sonrojé al darme cuenta de que la persona a la que había abrazado era India Martínez.
      -No pasa nada. -me acarició la mejilla.- Estas bien cielo?
      -Si, lo siento me voy no quería interrumpir nada. -estaba saliendo por la puerta aun llorando cuando Alex me cogió por el brazo.
      -Tú no interrumpes nada ni voy a dejar que te vayas así, no puedes coger la moto, estas muy nerviosa, entra anda. -yo estaba esperando que me dijese esas palabras y me derrumbé en su hombro, el me cogió en brazos y me entro a su casa mientras sollozaba.- India preparale una tila por favor. -dijo serio mientras me sentaba en el sofá e intentaba tranquilizarme.
      -La he cagado, soy idiota, gilipollas. -no paraba de repetirme eso mientras pegaba puñetazos al sofá sin dejar de llorar.
      -Eh pequeña cuentame que te ha pasado. -dijo cogiendome de las muñecas para frenar mis puñetazos.
      -Que soy imbécil y le he echo daño. -comencé a contarle todo lo que había sucedido con Malú y Marta hasta que llegó India con una taza en las manos, me la dio y yo me quedé callada.
      -Puedes contarmelo delante de ella, es de confianza.-dijo cogiendo la mano de India.
      -¿Estáis juntos? -dije con cara de boba. India se sonrojó y a Alex se le dibujó una sonrisa de enamorado en la cara.- Vale ya lo entiendo todo...
      -Irene si quieres me voy, no quiero incomodarte. -me dijo India mientras se levantaba.
      -Tranquila, si Alex confía en ti yo también lo hago, sientate, a lo mejor puedes ayudarme. -dije tras dar un trago a la tila, que por cierto estaba asquerosa.
Estuve casi 1 hora hablando y llorando hasta que se lo conté todo a los dos.
      -¿Que hago yo ahora? -dije mirandoles con los ojos rojos.- No se que siento por Marta, le hago daño a Malú y creo que le quiero, pero...
      -No te marees. -dijo Alex cogiendome la barbilla.- Me has dicho que cuando besaste a Marta no sentiste lo mismo, pues ahí tienes la respuesta.
      -Yo no te conozco mucho pero cuando hablas de Malú te brillan los ojillos, se nota que sientes algo por ella. -se atrevió a decir India.- No te des por vencida, siempre queda un poquillo por lo que luchar.
      -Gracias de verdad. Ya es tarde y tendreis cosas que hacer, además a sido un día muy duro. -me levanté para irme y les di un fuerte abrazo a los dos.
      -Estamos para lo que necesites vale? puedes contar conmigo para lo que quieras. -me dijo India cuando me puse el casco.

Necesitaba seguir pensando así que me fuí al mirador, allí tendría la tranquilidad y soledad que necesitaba.
Anocheció en aquel precioso lugar mientras llovía y entonces lo vi todo claro, más claro que el agua.

Decidí dejar la moto aparcada y caminar, caminar mientras lloraba, había llegado el momento de permitirme ser feliz en la vida, seguir los pasos que dictaba mi corazón y no hacerle caso a mi cabeza.
Necesitaba sentirme querída, necesitaba que sus brazos evitaran mi caída. Le necesitaba, en poco tiempo se había convertido en alguien importante, en un torbellino que me revolvía todos los pensamientos y provocaba una gran sonrisa.
Necesitaba verle cada día a mi lado, ver su sonrisa al despertar y su cara de niña buena cuando quiere conseguir algo.
Antes de conocerle, amaba su música, era mi medicina, mi fuerza y pensaba que no existía nada mejor, pero me equivoqué, mejor que eso era su sonrisa, sus rabietas y sus ñoñerias.
Pasó por mi cabeza perderla para siempre, fue un momento pero os juro que se me encogió el corazon en un puño y me costaba hasta respirar.

Sin darme cuenta había llegado a su casa, el agua había calado hasta los huesos, por mi cara caían lágrimas camufladas con la lluvia y yo temblaba, temblaba mucho por el frio y por los nervios de ver su reacción.
Llamé al timbre creyendo que no me abriría, pero abrió y de mi garganta solo pudo salir un susurro con la voz rota, mis labios articularon: 
                   "Lo siento"
Ella me miró y se paró el tiempo, me perdí en sus ojos que esta vez estaban rojos e inchados.
      -Entra que estás temblando. -dijo cogiendo mi mano y tirando de mi.
No hablamos, ella me llevó a su habitación y me desnudó mientras yo seguía llorando y temblando con los labios morados.
      -Lo siento Malú, no quiero perderte, por favor no me dejes, te quiero. -todo esto lo dije llorando y dudo mucho que se entendiera.
Me cogió en brazos una vez desnuda y me llevó al baño. Me metió en la bañera con agua muy caliente para que dejase de temblar.
      -Malú no te vayas por favor, te necesito para ser feliz. -le dije cogiendo su mano y vi que le caía una lágrima por la cara.- Te pediré perdón las veces que haga falta.
      -Tranquila cielo, estás perdonada. -dijo con una pequeña sonrisa, pero sincera. Eso me relajó un poco, pero no dejaba de temblar.
      -Te te tengo frio. -conseguí decir.
      -Has pillado un buen catarro, a quién se le ocurre recorrerse medio Madrid en Noviembre, lloviendo y con una camiseta de tirantes...
      -Lo siento...
      -Tranquila, yo estoy aquí vale? -dijo acariciando mi mejilla y yo le sonreí.

Cuando entré un poco en calor, me llevó hasta la cama, me puso el pijama y me arropó.
      -Malú no quiero molestar...
      -No seas tonta, venga que me pongo el pijama y vengo, voy a ser la estufa humana para ti esta noche.
      -Gracias. -volví a llorar, supongo que estaría sensible por el resfriado.
      -Eh pequeña pero no llores. -me quitó las lágrimas.- Ahora vengo no te muevas de aquí.

A los 2 mínutos entró por la puerta con un paño frio que me puso en la frente, apagó la luz y me abrazó para darme calor, como había dicho antes.
      -Venga intenta descansar que tienes que ponerte buena.
      -Te quiero Malú.



2 comentarios:

  1. Me ha encantado. Siempre consigues engancharme y emocionarme.
    Eres genial y escribes genial. Me encantaaaaaa pero necesito que sigas y no pares jajaja ;)

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  2. No encanta tu novela y nos has enganchado desde el primer capitulo!!Con muchas ganas de que escribas el siguiente capítulo, enhorabuena!!

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