Y me despierto una vez más por el ruido de la lluvia, nada tienen que ver sus besos.
Me levanto sin ganas, no tengo motivación alguna si cuando abro los ojos la otra parte de la cama esta vacía, llena de su ausencia.
Y así llevo dos meses, amaneciendo sin sus tonterías, sin sus locuras y ñoñerias, mi única compañía son 4 perros y un gato que son muy graciosos, pero no pueden sustituirla por nada del mundo.
A veces, me paro a pensar, como hoy, sentada frente a un cristal por el que las gotas de lluvia se disponen a hacer carreras sin sentido, en las que no hay ganador, que ironía, así está mi mente, en plena carrera donde el orgullo quiere ganar a la paciencia, porque dicen que el amor todo lo puede y te evade de las malas situaciones y estaciones, pero estar encerrada entre cuatro paredes, sin nada que hacer mas que esperar tras la puerta a que llegue el amor de tu vida y la dueña de tu sonrisa para poder tener el momento de felicidad que te relaja y aturde tu desesperación, esta situación, sí, no puede alargarse más de una semana, al menos para mi, llamadme impaciente o inmadura, pero yo, que le doy mucho al coco, muchas veces pienso en terminar con esto, no por falta de amor y cariño, porque de eso puedo asegurar que nos sobra por los cuatro costados, pero el saber que mis días se basan en sacar a pasear a las mascotas, hacer la comida y comérmela sola frente a la televisión y pasarme la tarde intentando sacar letras y música que ya escasean en mi guitarra, me mata.
Me mata saber que tiene que seguir con su vida y yo me he quedado estancada en un "ser a medias" que es como "no ser", todo pintaba de maravilla los primeros días tras la final, entrevistas, propuestas y proyectos, pero pasa, supongo que es el precio de no ser ganadora, todo son falsos proyectos frente a un micrófono y una cámara con el fin de quedar bien ante el público, pero al final te dan la patada, se cancela con la llegada de alguien que da más juego o gusta más ante toda España. Total como muchos dicen en twitter, solo he sido una chispa que no ha conseguido hacer fuego, una segundona, y la gente se olvida, yo no soy de quedarme con las criticas destructivas, pero en esta situación me ha dado por ayudar con la destrucción de la fuerte y segura Irene, la que le saca la lengua a las malas rachas y se burla de los problemas que quieren acabar con ella.
Lo peor es que ante Malú, aparento normalidad, como que no me importa lo que está sucediendo y sigo perfectamente.
Bueno antes de seguir con mi reflexión creo que debería contar todos los cambios que han habido, para que me entendais un poco mejor, para que sepais en que se basa mi angustia general.
Yo llevaba muy bien no haber ganado, de hecho nunca me había considerado ganadora, para mi el programa fue una forma extraordinaria de aprender, me llevo muy buenas experiencias y consejos, además de grandes amigos.
Gracias al programa he encontrado a Malú y eso es lo mejor de todo, pero ahora llega el PERO, en mis planes estaba seguir con mi vida, en el bar, mi piso, mi perro y mi moto, siempre contando con Malú como coprotagonista en este cuento.
Y así fue, durante 1 semana, en las entrevistas me empezaron a llenar la cabeza de pájaros y falsas esperanzas, lo peor de todo es que yo no tenía a mi novia, experta en estos temas, no la tenía a mi lado, ella estaba hasta la cabeza de entrevistas, sesiones de fotos y todos esos trabajos que se les da a los ganadores de la voz y su coach, y yo en mi casa comiendome la cabeza, del bar a casa y de casa al bar, y de vez en cuando me pasaba a jugar con los perros de Malú.
En una de esas tardes en el bar estaba ya agotada, acababamos de tener un cumpleaños y yo me había encargado de todo, cabe decir que lo mio con los niños es como la relación entre perros y gatos, ni los soporto ni me soportan, la única capaz ganarse mi alma de niña es Ainoha. Bueno, pues estaba estresadísima y cuando desaparecieron todos los enanos volvió la paz, o eso creía yo.
Puse la tele porque Malú iba a dar una entrevista en qttf, me senté en un taburete y me quedé embobada observandola, y entonces llegó la típica maruja metemierda del barrio a criticar, cosa que mi estado de animo y tensión de esa tarde no me permitía soportarlo.
Me callé mientras mi lengua me lo permitió, pero fue escuchar de la boca de esa señora "esa tipa va buscando fama, es una mierda de cantante, además, mira, mira tu que estupida es".
Eso encendió mi mala leche hasta tal punto de hacer llorar a la mujer, claramente era lloro provocado para hacerse la victima delante de las pocas personas que habia en el bar, pero aus así consiguió lo que se proponía.
Guille me llevó a su despacho y me dijo que había recibido varias quejas hacia mi sobre el trato que le daba a los clientes, cosa que resultaba muy raro, yo no me habia dado cuenta de eso.
Me dijo que me tomara un tiempo para descansar y reflexionar, el me llamaría para volver a trabajar en el bar.
Y aquí sigo esperando esa llamada de mi queridisimo primo.
Por lo menos Malú me apoyó, y me invitó a tomarme esas vacaciones en su casa, me advirtió de que ella no podría estar siempre conmigo debido a todo el trabajo que tenía, pero en cuanto me dijo eso no me imaginaba que fuese a pasar tanto tiempo fuera de casa.
Ah se me olvidaba añadiros el granito de arena más pesado de mis problemas y que en mas de una ocasión creó tensión y discursiones entre Malú y yo, si, se lo que os estais preguntando, el tema José, y no, no había tenido la valentía de contárselo a su hermano, se echó atrás en varias ocasiones, hasta que asumí que no tenía pensado contárselo por el momento. Mientras tanto yo seguía siendo víctima de sus ataques de inexperto ligón. Aunque creo que algo se olía, lo que si que tenía claro yo es que en la proxima ocasión que tuviese, si no se lo contaba su hermana me iba a encargar yo de que el chico este se enterase por una vez que yo era su cuñada.
El resto del día me lo voy a pasar mirando por esa ventana, contemplando la lluvia a través del cristal, buscando solución a los problemas, las palabras exactas para no dañar a Malú, eso es lo que más me preocupa, hacerle daño o verla sufrir.
A veces, me paro a pensar, como hoy, sentada frente a un cristal por el que las gotas de lluvia se disponen a hacer carreras sin sentido, en las que no hay ganador, que ironía, así está mi mente, en plena carrera donde el orgullo quiere ganar a la paciencia, porque dicen que el amor todo lo puede y te evade de las malas situaciones y estaciones, pero estar encerrada entre cuatro paredes, sin nada que hacer mas que esperar tras la puerta a que llegue el amor de tu vida y la dueña de tu sonrisa para poder tener el momento de felicidad que te relaja y aturde tu desesperación, esta situación, sí, no puede alargarse más de una semana, al menos para mi, llamadme impaciente o inmadura, pero yo, que le doy mucho al coco, muchas veces pienso en terminar con esto, no por falta de amor y cariño, porque de eso puedo asegurar que nos sobra por los cuatro costados, pero el saber que mis días se basan en sacar a pasear a las mascotas, hacer la comida y comérmela sola frente a la televisión y pasarme la tarde intentando sacar letras y música que ya escasean en mi guitarra, me mata.
Me mata saber que tiene que seguir con su vida y yo me he quedado estancada en un "ser a medias" que es como "no ser", todo pintaba de maravilla los primeros días tras la final, entrevistas, propuestas y proyectos, pero pasa, supongo que es el precio de no ser ganadora, todo son falsos proyectos frente a un micrófono y una cámara con el fin de quedar bien ante el público, pero al final te dan la patada, se cancela con la llegada de alguien que da más juego o gusta más ante toda España. Total como muchos dicen en twitter, solo he sido una chispa que no ha conseguido hacer fuego, una segundona, y la gente se olvida, yo no soy de quedarme con las criticas destructivas, pero en esta situación me ha dado por ayudar con la destrucción de la fuerte y segura Irene, la que le saca la lengua a las malas rachas y se burla de los problemas que quieren acabar con ella.
Lo peor es que ante Malú, aparento normalidad, como que no me importa lo que está sucediendo y sigo perfectamente.
Bueno antes de seguir con mi reflexión creo que debería contar todos los cambios que han habido, para que me entendais un poco mejor, para que sepais en que se basa mi angustia general.
Yo llevaba muy bien no haber ganado, de hecho nunca me había considerado ganadora, para mi el programa fue una forma extraordinaria de aprender, me llevo muy buenas experiencias y consejos, además de grandes amigos.
Gracias al programa he encontrado a Malú y eso es lo mejor de todo, pero ahora llega el PERO, en mis planes estaba seguir con mi vida, en el bar, mi piso, mi perro y mi moto, siempre contando con Malú como coprotagonista en este cuento.
Y así fue, durante 1 semana, en las entrevistas me empezaron a llenar la cabeza de pájaros y falsas esperanzas, lo peor de todo es que yo no tenía a mi novia, experta en estos temas, no la tenía a mi lado, ella estaba hasta la cabeza de entrevistas, sesiones de fotos y todos esos trabajos que se les da a los ganadores de la voz y su coach, y yo en mi casa comiendome la cabeza, del bar a casa y de casa al bar, y de vez en cuando me pasaba a jugar con los perros de Malú.
En una de esas tardes en el bar estaba ya agotada, acababamos de tener un cumpleaños y yo me había encargado de todo, cabe decir que lo mio con los niños es como la relación entre perros y gatos, ni los soporto ni me soportan, la única capaz ganarse mi alma de niña es Ainoha. Bueno, pues estaba estresadísima y cuando desaparecieron todos los enanos volvió la paz, o eso creía yo.
Puse la tele porque Malú iba a dar una entrevista en qttf, me senté en un taburete y me quedé embobada observandola, y entonces llegó la típica maruja metemierda del barrio a criticar, cosa que mi estado de animo y tensión de esa tarde no me permitía soportarlo.
Me callé mientras mi lengua me lo permitió, pero fue escuchar de la boca de esa señora "esa tipa va buscando fama, es una mierda de cantante, además, mira, mira tu que estupida es".
Eso encendió mi mala leche hasta tal punto de hacer llorar a la mujer, claramente era lloro provocado para hacerse la victima delante de las pocas personas que habia en el bar, pero aus así consiguió lo que se proponía.
Guille me llevó a su despacho y me dijo que había recibido varias quejas hacia mi sobre el trato que le daba a los clientes, cosa que resultaba muy raro, yo no me habia dado cuenta de eso.
Me dijo que me tomara un tiempo para descansar y reflexionar, el me llamaría para volver a trabajar en el bar.
Y aquí sigo esperando esa llamada de mi queridisimo primo.
Por lo menos Malú me apoyó, y me invitó a tomarme esas vacaciones en su casa, me advirtió de que ella no podría estar siempre conmigo debido a todo el trabajo que tenía, pero en cuanto me dijo eso no me imaginaba que fuese a pasar tanto tiempo fuera de casa.
Ah se me olvidaba añadiros el granito de arena más pesado de mis problemas y que en mas de una ocasión creó tensión y discursiones entre Malú y yo, si, se lo que os estais preguntando, el tema José, y no, no había tenido la valentía de contárselo a su hermano, se echó atrás en varias ocasiones, hasta que asumí que no tenía pensado contárselo por el momento. Mientras tanto yo seguía siendo víctima de sus ataques de inexperto ligón. Aunque creo que algo se olía, lo que si que tenía claro yo es que en la proxima ocasión que tuviese, si no se lo contaba su hermana me iba a encargar yo de que el chico este se enterase por una vez que yo era su cuñada.
El resto del día me lo voy a pasar mirando por esa ventana, contemplando la lluvia a través del cristal, buscando solución a los problemas, las palabras exactas para no dañar a Malú, eso es lo que más me preocupa, hacerle daño o verla sufrir.
Mucho tendrían que cambiar las cosas para que no saliese de mi boca la decisión que estaba tomando, al pensarlo no pude evitar llorar. ¿Como había podido hundirme tanto? y lo peor ¿como había sido capaz de no contarle a Malú mis preocupaciones? no quería preocuparla eso lo tengo claro, pero las relaciones se basan en la verdad, sinceridad y confianza, y había llegado el momento.
-Amor!!!! ya he llegado.- se le notaba mucha ilusión en la voz, felicidad.
-Estoy arriba.-dije seca y preparándome para contarle todo.
-Ehh ¿que te pasa?- su tono cambió a preocupación al verme abrazando mis rodillas con la cara llena de lagrimas. Sin esperar respuesta me besó y secó mis ojos.
-Yo... -cogí aire y valor.
-Espera vamos a un sitio más comodo. -me cogío las manos y nos sentamos juntas en la cama.
-Malú, esto....-soplé y ella me apretó la mano.
-Ey estoy aquí, no te preocupes. -me besó y justo después del beso llego mi valentía.
-Tenemos que hablar...